Sunday, January 29, 2012

Zaragoza es un barco sin capitán

Por estos tiempos puede, para muchos, resultar un arma de doble filo el título de esta opinión. Debo confesar que me ha llevado algunos minutos decidir si encabezaba la escritura con aquella leyenda tras lo ocurrido en una zona litoral italiana con el crucero Costa Concordia. Créanme que no hay intensiones ocultas porque no existe manera posible de comparar la tragedia de la nave con la actualidad de Zaragoza.
¿Por qué decidí encarar por ese andarivel la cuestión de turno? Es que luego de relatar para GolTV en Estados Unidos el partido entre Real Madrid y Zaragoza comencé a pensar en el contexto de este cuadro maño que parece no tener plantel para estar sumergido en el fondo de tabla aunque la realidad, desde lo futbolístico y los consecuentes números, indiquen otra cosa.
E hice referencia a lo del capitán porque cuando justo la cabeza abandona la embarcación antes que cualquier otro componente de la tripulación, algo huele pésimo. Leonardo Ponzio se fue; el referente de este Zaragoza que hoy le pertenece a Manolo Jiménez determinó ponerle punto final a su travesía por España para retornar a la Argentina y jugar en el Nacional B. Si bien calza ahora la camiseta de uno de los más grandes de su país, nadie puede obviar que los “Millonarios” están en la segunda categoría.
Zaragoza está a la deriva desde hace tiempo, desde hace años, desde que en lugar de buscar una propuesta fuerte e inteligente para generar un trabajo que dé resultados, se topa con la responsabilidad de cubrir huecos. Cada semana es un nuevo dolor de cabeza y las piernas tiemblan al saberse en el compromiso de que los lapsos se acortan, que la luz al fondo del túnel en lugar de estar próxima se aleja más y más.
Hay responsables y uno de ellos fue Javier Aguirre. No pongo en tela de juicio el profesionalismo y el hambre de el “Vasco”,  pero careció de la capacidad de encontrar un once firme, compacto, y la prueba son los resultados obtenidos durante su conducción táctica. Zaragoza en veinte partidos ha sonreído tan solo en dos y en La Romareda. Allí fue hábil de quebrar a Espanyol y a la Real Sociedad, dos que por entonces no podían jactarse de ser de los contrincantes imposibles. El presente de los pericos dice otra cosa pero lo dice hoy y no desfilaban con el pecho inflado en la jornada 4 cuando después de dos partidos tenían un saldo de tres unidades por una victoria contra el Athletic Club y la caída en el Iberoestar de Mallorca. Habrá tiempo, espacio, para los de Mauricio Pochettino pero será en el futuro. Solo fue refrescar la memoria de lo que vivimos cuando recién nacía el campeonato.
Insisto con que Zaragoza no tiene plantel como para abrir la página del periódico y verse allí abajo, tan abajo, tan lejos de la salvación. Hubo y hay yerros inexplicables. Probablemente no apareció jamás una logística que determinara cuál sería el objetivo de la campaña. Si la idea era no sufrir con el descenso pues entonces para qué probar con ciertos jóvenes con un nivel de competencia relativo como fue el caso de Efraín Juárez. Al mexicano lo expusieron ya que no esbozó nunca ni un suspiro de lo que puede explayar y no perdamos de vista que arribó desde una liga en la que el desempeño y los flashes le pertenecen a dos equipos y el resto corre muy, muy de atrás como sucede en Escocia.
Recorro el plantel blanquillo y al toparme con Pablo Barrera me pregunto, ¿a un jugador que le va bien en Inglaterra le interesa irse tan rápido de la élite de la Premier League para vestir los colores del Zaragoza?
Franco Zuculini después de actuaciones aceptables con la camiseta de Racing Club de Avellaneda emigró a Alemania para acoplarse al Hoffenheim. Es cierto que el salario que eran capaces los dirigentes del “Hoffe” de abonarle a Franco estaba por encima de lo podían depositar desde “La Academia” pero la merma en el rendimiento del volante de marca fue tan notable que rebotó en el Genoa de Italia, volvió a Racing, luego a la Bundesliga -a la misma institución- y hoy está en Zaragoza. ¿Eso es pisar firme?
Posiblemente lo rescatable sea lo de Paulo Da Silva, claro que rescatable dentro de la paupérrima actualidad de los maños.
Es evidente que no bajará el club únicamente por los apellidos que leyeron. De todas maneras les pido autorización para hacer referencia a los que corresponden a esta parte del planeta y están en la escuadra.
Varios creerán que la salvación es posible pero hay un dato alarmante realmente. Recuerden que en la temporada 2007-2008 Zaragoza cayó a segunda luego de perder en la jornada 38 por 3-2 ante Mallorca. Recuerden que aquel torneo perdió la categoría con un total de 42 puntos. Recuerden, también, que entonces estaban Ayala, Sergio Fernández, Gabi, Aimar, Diego Milito, Sergio García…
El Zaragoza actual está a treinta puntos de lograr aquellas cuarenta y dos unidades que bajaron a los guiados por Manuel Villanova. Como están hoy es imposible creer en una reacción.

El Tigre, rey de la selva

Los espejismos han sido moneda corriente en la actualidad del Atlético de Madrid. Esas ilusiones ópticas que generaron confianza en algún momento al fanático colchonero, aunque el propio equipo logró que se desmoronaran tan rápido como un castillo de naipes en medio de un huracán. Acumulación de reveces y falta de respuesta desde lo táctico llevaron a los rojiblancos a resultados adversos que derivaron en la salida de Gregorio Manzano y fue entonces cuando se abrieron las puertas del Vicente Calderón para Diego Simeone.
La lógica indica que hoy no podría pensarse en que hubo un cambio radical porque el Cholo lleva un mes al frente del grupo. Ocurre que la lógica en el fútbol no existe, que el fútbol no entiende a la razón y la esquiva. E increíblemente debo expresar que sí, que efectivamente hay un nuevo Atleti en el que vemos más indios que caciques, más peones que capataces. Y dentro de esa jungla, en la que habita el Club Atlético de Madrid, quien debe jactarse de ser el rey es Radamel Falcao García Zárate. Sí, El Tigre es el rey de la selva.
El de Santa Marta arribó a España desde el fútbol portugués en el que la competencia casera es prácticamente nula. Aterrizó en la capital española con los honores de ser el dueño del récord de más goles en una temporada de la Europa League. El colombiano fue la figura de un Porto que reapareció en las primeras planas del viejo continente en el segundo torneo de clubes más importante. Pero el Atlético de Madrid es especial, es diferente a todo. Para bien de Radamel, se acopló velozmente al molde rojiblanco y talla su figura con el potencial de llegar a grabar su nombre a fuego en la institución..
El presente de Falcao generó que a orillas del río Manzanares olvidaran –de cierta manera- a dos íconos de la historia más fresca del Atleti como Sergio Agüero y Diego Forlán.
El arma con la que pelea Falcao tiene nombre: el gol. Mientras el del departamento de Magdalena anote, su presencia se enaltecerá pero tiene la capacidad de ser importante aún sin marcar. Sabiendo y no escapando a la premisa que reza que el centrodelantero vive de las anotaciones, Falcao está exhibiendo el talento de poder soportar y enfrentar en soledad a una línea de cuatro rivales. Cuando a Falcao se lo nutre del balón, resuelve; cuando no tiene la pelota sabe actuar sin la número cinco. Es la segunda vez en lo que va de la Liga que en dos fines de semana consecutivos aportó cinco dianas. En esta oportunidad Anoeta se rindió a los pies del 9 que castigó con tres a los de San Sebastián, seis días después de haberle hecho dos al Villarreal. Remontándonos a septiembre de 2011 en cuatro días también tributó cinco gritos. Entonces fueron Racing y Sporting Gijón quienes sufrieron los zarpazos de Falcao en sendas goleadas colchoneras por 4 a 0.
La inyección anímica del Cholo fue interpretada a la perfección por sus hombres y enalteció el accionar de su delantero más notorio. Aunque también incrementó el fútbol de Diego Ribas da Cunha a quien se lo ve “ensuciarse la vestimente” porque hasta se atreve a ir al piso a pelear por la pelota como ejemplificando la teoría “simeoniana” de siempre jugar con el cuchillo entre los dientes. Eso es lo que pide el público del Atleti, eso es lo que desean los seguidores, los artífices de lo que se conoce como la mejor afición del fútbol español.
Que Falcao esté en deuda con su selección, quizá. Es harina de otro costal. Piensen que hasta el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, es discutido por buena parte del público en Argentina. Es imposible conformar a todos, realmente lo es. A eso no escapará Falcao tampoco, ni siquiera sabiendo que hoy es el as que poseen los rojiblancos.
En este Atleti teñido de irregularidad con la llegada de Simeone siguen sumándose jornadas de tranquilidad y en buen porcentaje por culpa de Falcao.
El Tigre es dueño de su futuro y su profesionalismo, su dedicación, contribuirán a más celebraciones del Atlético de Madrid. Nace un romance que esperan sea eterno.

Tuesday, January 10, 2012

Lionel de Oro

Quienes creyeron que el Balón de Oro tendría un destino diferente a las manos de Lionel Messi buscaron que sus deseos sean más que la realidad. Lo palpable, lo lógico (aunque en el fútbol esto del razonamiento muchas veces queda marginado) decía que el premio al mejor futbolista del mundo tenía un único destinatario.
Es el tercero que obtiene el rosarino, sumándose a la élite de los nombres de Hristo Stoitchkov, Rivaldo y Ronaldinho Gaúcho, en cuanto a la historia del FC Barcelona se refiere. Lo meritorio, en el caso de Messi –como supo ocurrir con los otros futbolistas- es que sabe mantenerse a un nivel superlativo por tanto tiempo. No es simple hacerse del galardón; es un reconocimiento para los “distintos”. Por tal motivo es que son contados los que alcanzan el olimpo del oro de FIFA.
Habrán escuchado, millones de veces, una frase que dice que “lo difícil no es llegar sino mantenerse”. Y entonces es un plus el que tiene Lionel porque su curva va en ascenso, porque tiene hambre de autosuperación, porque no piensa en detenerse, porque sabe que sus metas no terminarán hasta el día que decida colgar los botines. Debo reconocer que al escribir eso hay un frío que me corre en el cuerpo. Es que, cada uno en sus épocas, nosotros (o los de mi generación) debemos dar gracias porque somos elegidos. Nosotros, los periodistas y ustedes, los hinchas (sin importar los colores de las camisetas que amen) tenemos que comprender que pasamos por este mundo en la época de los Maradona, Zidane, Ronaldo, Ronaldinho y tantos, tantos enormes jugadores.
Cuando hice referencia a la autosuperación de Lionel, la que busca La Pulga, me invadió la frase donde explicó que hasta no ganar un Mundial no parará. Que la Copa del Mundo es lo único que le resta a Messi. Y Messi es capaz de todo. Ciertamente el fútbol es un deporte de conjunto y no depende solo de Lionel porque lo rodean otros diez, porque el fútbol no es tenis o boxeo, en donde debes tomar tu raqueta y vencer al que está del otro lado que pelea con las mismas armas… o como en el caso del boxeo en el que te quitan el “banquito” y si no pegas te duermen en lo que un parpadeo. En un deporte grupal se precisa de un funcionamiento coordinado, de un “todos” y no de un “uno”. Evidentemente el contar con Messi en un plantel tiene más que un plus. Es como el as que se necesita para conseguir el poker invencible, es como bailar con la más linda.
Alguna vez, y debo reconocerlo, caí en el pozo de las comparaciones. De la comparación en realidad con Maradona. Porque tengo que decirlo, si bien siempre me proclamé amante de Zidane, de Ronaldo, de Kaká, de Romario, mismo de Cristiano Ronaldo, no he visto ninguno como Maradona y, en el presente, como Leo.
Esta clase de hombres está varios pasos delante de los demás. Cuando se habla de que Messi o Diego no podrían haber jugado en otra época me desespero. Los buenos jugaban en cualquier año, en cualquier torneo, ante cualquier adversario y seguirían siendo los más importantes, los mejores, los imposibles de detener.
Tengo que hablar, también, aunque mínimamente sea, de Xavi; de Xavier Hernández Creus. Uno de los máximos arquitectos del fútbol del Barcelona que deslumbra al mundo entero ha tenido la “desgracia” de ser contemporáneo de Lionel. Escribí desgracia entre comillas porque verdaderamente es todo lo contrario. Lo de Xavi es meritorio porque aparecer en la trilogía de elección año tras año es excelente. Entendamos que en este caso el estar es tan significativo como ganar el trofeo.
Messi tiene 24 años y declaró que todavía está empezando. Si hasta el momento recién puso “primera marcha”, ajustémonos los cinturones porque no sabemos hasta donde podrá llegar.
Lionel es sinónimo de fútbol. El fútbol se juega con la pelota, con el balón… por eso el 10 es de Oro.
¡Abrazo para todos!