Wednesday, October 26, 2011

Ahora sí hay un nuevo Real Madrid

Al ver jugar en las últimas semanas al Real Madrid uno no necesita ser un científico para percibir que “este” Real Madrid es diferente al de temporadas anteriores e incluso al que comenzó la campaña 2011/12. Es imposible saber hasta donde podrá llegar, si es que el éxito será total o sumará frustraciones a las que acopió en el pasado reciente. Por como se está desempeñando el grupo uno tiene que pensar positivamente. Real Madrid cambió su cara, se ha puesto el overol y está mostrando un fútbol de alto vuelo.
Dicen que un grupo sólido se construye desde atrás hacia delante y en este sentido José Mourinho no se vio en la obligación de ir colocando ladrillo por ladrillo, sino que debió acomodar las piezas con las que contaba. La renovación del Merengue da su puntapié desde la línea más avanzada. Gonzalo Higuaín y hasta Karim Benzema –cuando le toca ser titular- se comprometen a ahogar al rival. Lo mismo hacen Cristiano Ronaldo, Kaká, Ángel DiMaría o Mesut Özil. El que se involucren en una presión vertiginosa para apoderarse de la pelota rápidamente aliviana la tarea de los medios de marca como Xabi Alonso, Sami Khedira, Lass Diarrá o Fabio Coentrao. Posiblemente la zona más endeble de los de Chamartín sea la última, la previa a Iker Casillas, aunque no se nota. Y no se percibe porque cuando los adversarios logran romper los cerrojos anteriores llegan deteriorados, incómodos, flojos para acarrear peligro al marco del capitán.
Real Madrid está definiendo los partidos en los primeros tiempos. Es decir, hace el gasto desde el arranque, arriba al objetivo de un colchón de tranquilidad devenido en goles y luego maneja los hilos de la marioneta a su gusto.
Al margen de esos gustos, porque ahí entra a jugar la subjetividad, hay que especificar que Real Madrid tiene una columna vertebral sólida. Y ese eje del cual está sacando provecho al máximo se vio bendecido con el despegar futbolístico, tras meses y meses de ausencia, de Kaká. Porque Kaká estuvo cuando lo invitaron a jugar, porque se esforzó para demostrar pese a que las lesiones lo cachetearon hasta dejarlo groggy y no agradaba, no engranaba… Kaká está volviendo a ser. Es una ventaja incalculable para Mou. La opinión general durante la pretemporada hablaba de que el máximo refuerzo del Real Madrid era Benzema, porque sus goles en los encuentros de preparación para lo que se venía hacían creer que finalmente el francés explotaría. Alternó buenas con las de las otras hasta que resurgió Higuaín y entonces desplazó de la titularidad al oriundo de Lyon siendo el ex Olympique el hombre de alternativa de Mourinho y, a la cancha, el número 20.
El verdadero refuerzo resultó ser Kaká. Es el brasileño, sin terreno para la discusión, el que aportó su mejor fútbol y eso que no llegó al techo, que todavía no es el Kaká que enamoró al Milan cuando actuaba para el Sao Paulo, ni el Kaká que sedujo al Madrid cuando triunfó en el rossonero. Lo del de Gama es una bendición para el Madridismo. Está rápido, fino con el balón, solidario y, además, hace goles. Su sociedad con DiMaría y Cristiano Ronaldo es un arma letal.
A propósito de Cristiano Ronaldo muestra una cara desconocida en este Real Madrid. Cristiano ha alejado de su vida la desesperación por ser el hombre-gol. CR está más participativo y toma como prioridad el asistir, el jugar en conjunto, y así y todo se lo ve al tope de la tabla de anotadores junto con su “acérrimo rival”, Lionel Messi. Contra Villarreal perseguía su grito número 100 con el uniforme del Real Madrid y no llegó. Caerá en los próximos días, eso está claro. No fue bueno lo de Cristiano Ronaldo ante el Submarino y retrocedió a los segmentos en los que su hambre por hacer todo le pateaba en contra.
Real Madrid destroza a los contrarios. El punto de inflexión lo marcó la caída contra Levante cuando en el Ciutat de Valencia cedieron ante el sorprendente puntero de La Liga. La prensa española habla de que el Madrid se conecta al “modo caníbal” y nadie escapará del famélico conjunto de la capital de España.
Por el Santiago Bernabeu sueñan con quebrar la hegemonía del Barcelona, con el torneo local y también la Champions League. Resta tiempo para ir tachando cada una de esas metas aunque el engranaje de la naciente máquina de fútbol hace que sus fanáticos ya se vean frotándose las manos.
¡Abrazo para todos!

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