Monday, November 6, 2017

LLORAR NO CALMA EL DOLOR

Siempre hay que buscar una excusa. Ese parece ser el camino en el ambiente del fútbol de Argentina. En realidad a River le toca hoy. La obligación debe ser encontrar la exacta evasiva para creer que el alma se alivia y aleja los malestares. Una lamentable costumbre de la  mayoría de las personas de estas latitudes sin importar su profesión.
Durante la conferencia de prensa previa al superclásico número 200 de la historia, y luego de la eliminación de los de Núñez en la Copa Libertadores a manos de Lanús, Marcelo Gallardo echó culpas a la tecnología y a que siete árbitros no supieron utilizar la nueva herramienta del fútbol, cuando debió hacer foco en la cantidad de goles recibidos en un pequeño segmento de minutos. Igualmente en un país donde los patos son los que les disparan a las escopetas, era previsible que esto ocurriera.
Al igual que después del partido contra el Granate, y cuando se sabía que el River 1 vs. Boca 2 del 5 de noviembre de 2017 ya se había colocado en la tabla de la estadística de resultados, el entrenador del Millonario apareció ante los medios e insistió en que a River lo perjudicaron. Chicaneó con que en esta oportunidad pifió un referí y como se dio el espacio para reconocer que lo de Néstor Pitana fue un espanto para los dos lados, decidió buscar el atajo a lo lamentable: sacar pecho por haber quedado fuera de la Copa Libertadores porque River sí la jugó y “no como otros que se conforman solo con el torneo local”.
Gallardo debió agradecer, en su intimidad, a este Boca errático que no fue capaz de concretar la mayoría de las oportunidades que tuvo porque, de haber sido así, hoy hablábamos de un resultado catastrófico en contra del local. Quizá un resultado que ni el propio Gallardo, del que se jacta la mayoría de la tribuna riverplatense es el mejor entrenador de la historia de su club, podría haber resistido.
¡Ay Gallardo! Esas expresiones no son dignas de la cabeza del plantel profesional del que es uno de los equipos más grandes del mundo. A veces es tan simple como reconocer la derrota y pensar en que mañana será otro día y habrá que comenzar en trabajar para revertir el presente.
Me gustaría saber la verdadera opinión de Gallardo sobre la expulsión de Edwin Cardona. Allí Pitana compensó la roja de Nacho Fernández dando lugar a las quejas de Enzo Pérez una vez concluida la primera etapa. Pitana cobró algo que no existió. Del offside que sancionaron contra Nahitan Nández, no, ya que es una mala determinación arbitral como tantas otras. Como, por ejemplo, la que terminó con el gol anulado a Ignacio Scocco tras el pase de Carlos Auzqui. Detalles menores de un árbitro que perjudicó, notoriamente, a Boca Juniors.
Para cerrar con los lamentos de Gallardo, increpó al referí (insisto, ese referí que ayudó a River, tal vez sin quererlo pero lo ayudó) diciéndole que no puede faltarle el respeto a un jugador llamándolo de “pendejo”. Allí tiene razón Gallardo pero a niveles tan grandes como la verdad de quienes sabemos y lo hemos visto insultar a un referí, con los agravios más ofensivos que se pueden esbozar, por una equivocación y de esas que hay miles cada año.
Llega fin de año, a Gallardo todavía le queda la posibilidad de ganar la Copa Argentina en la que River es el claro favorito y puede tomarse revancha de todo lo que está viviendo en estas horas. Tendría, el “muñeco”, que pensar en lo que viene porque lo que pasó ya es historia. Una historia que dice que Boca volvió a ganarle a él y a River en su propia casa.


Monday, July 17, 2017

Chuck Blazer, seguro, descansa en paz

Pensando en el título que yo mismo le coloqué a este blog, habrá que ver, realmente, si eso es lo que deliberó, imaginó, idealizó o no aquel hombre. Luego entrarán a actuar las creencias religiosas de cada uno. Más allá de cualquier dogma estamos seguros es de que nuestras vidas en algún momentos se apagarán. Y, aún creyéndose intocable (seguramente), Chuck Blazer no fue la excepción a esta sentencia de la humanidad.
Este perverso personaje, que murió el 12 de este mes de julio producto de un cáncer colorrectal, fue el informante del FBI en el famoso caso conocido como el “FIFA-Gate”.
En 2001 me instalé en Miami y realicé, junto a un colega, un programa sobre la Copa Oro. Transcurrieron un par de semanas desde que había aterrizado en “La Capital de Latinoamérica” y no conocía a ningún directivo de la CONCACAF. En la conferencia de prensa previa al inicio del torneo se cruzó, delante de mí, un hombre con un aspecto que me llamó a la atención. Estaba desarreglado para la ocasión. Pensé, siendo amante de las historias de mafia, que su perfil encajaba perfecto para algún personaje que puedo haber ensalzado en mi mente. Entendí que estaba dejándome llevar por un prejuicio y hasta ahí llegué. Hoy, repasando aquello que viví hace dieciséis años, comprendo que tan equivocado no estaba. No por eso tengo poderes especiales, solo que mi suspicacia estaba alineada con la realidad.
Blazer fue el buche, el que logró que detuvieran a varias personas con las que en alguna oportunidad negoció. Blazer debió regresar 1.9 millones de dólares pero, ¿creen que fue todo el dinero que recibió producto de coimas? Blazer se fue de este planeta con un estatus criminal que lo sentenció culpable. Blazer, que perteneció a la FIFA, fue suspendido de por vida para desempeñar cualquier tarea para dicho organismo. Blazer mandó preso a Jack Warner, a quién él mismo convenció para que se presentara como candidato a la presidencia de CONCACAF muchos años atrás, algo que el trinitense alcanzó. Podría seguir. ¿Tiene sentido? Lo que hizo Blazer habla de lo que él era. Las ratas hacen eso. Los despreciables se desenvuelven así. Estaba podrido por fuera y también por dentro.
Un cáncer, como comenté, terminó con él a los 72 años de edad. Podría haber perdido la vida por los problemas que parecía en una arteria coronaria o por la diabetes.
Estoy convencido de que Blazer descansa en paz porque a los inescrupulosos, a los siniestros personajes, les pasa eso. Aún habiendo hecho bastante por el fútbol de Estados Unidos, fue un pésimo dirigente. ¿O los objetivos se logran a base de logros colaterales?
Ah, y también tengo una teoría y muchos expresarán que yo soy el cruel. Creo que, consciente de que su enfermedad acabaría con todo, se entregó porque presumía el final y no por estar arrepentido ni por el bien del deporte.
No sé si me pone feliz que alguien así muera, pero soy coherente conmigo mismo y siento tranquilidad de que ya no esté entre nosotros.

Tuesday, August 5, 2014

Martino sí, no por Don Julio

Transcurrieron veinticuatro años desde la última aparición de la selección mayor de fútbol de Argentina en la final de una Copa del Mundo. Fue, la de Brasil 2014, la quinta oportunidad de levantar el trofeo. Al igual que en Uruguay e Italia, el deseo quedó allí. Alejandro Sabella pasó y rozó la gloria y como varios de sus antecesores creyó que era oportuno bajarse del barco.
Aquella postura, dicen, no cayó bien en Julio Grondona, ex presidente de la AFA, fallecido días atrás y quien siempre respetó los ciclos de sus elegidos. Podría escribir tantas cosas negativas sobre el señor Grondona pero, ciertamente, ya no tiene sentido. Es que no cuenta con ningún tipo de posibilidad a la contraposición. Y, créanme, lo digo con el mayor sentido del respeto.
Alguna vez el propio señor Grondona avisó que de la AFA iban a sacarlo “con los pies hacia delante”. No se equivocó. En dicha apreciación también supo tener la razón.
El nuevo mandamás, Luis Segura (mano derecha de Julio Humberto y ya ex vicepresidente primero de AFA), se supone en el sillón de la calle Viamonte hasta octubre de 2014 cuando habrá elecciones para conocer a quien quedará detrás del escritorio que Grondona custodió por los pasados treinta y cinco años. Dicho sea de paso, no conozco el fútbol argentino sin Grondona.
Ahora bien, con la albiceleste sin comandante para el plantel hay un nombre que es el que lidera una mini lista de candidatos y ese es el de Gerardo Martino, el Tata.
Martino acumuló, en su joven carrera como estratega, los méritos suficientes como para saberse con la oportunidad que la mayoría de los entrenadores de mi tierra anhelan. Surge un interrogante. ¿Buscarán a Martino por su capacidad o para cumplir con la voluntad del señor Grondona?
Martino fue crítico del fútbol argentino en aspectos que no tenían que ver con el deporte en sí ni con sus actores. No le faltaban razones y lo que argumentó fue siempre lógico. Ocurre que en Argentina no se abre el abanico a los grises entonces todo es o blanco o negro. O se está a favor de Grondona, por ejemplo, o en contra de él. Grondona tenía la capacidad de sorprender y es por eso que el mismísimo Julio iba a darse el lugar de elegir a Martino más allá de los dardos del rosarino. En definitiva, lo dice el anillo, “Todo Pasa”.
Si es correcto que pretenden modificar varias de las acciones de la AFA a partir de la defunción de Grondona lo coherente sería exponer, abiertamente, que al Tata es el mejor de los orientadores con los que hoy puede contarse. Que no hay nadie con mayor capacidad que él, por estos días, de ser la cabeza del plantel nacional. No importa su palmarés, no. No interesa que haya sido el favorito de Grondona. Salvo que todavía algunos piensen que hay deudas pendientes con el hombre.
También espero que no surjan aquellas posturas que, obviamente las hay, hablan de que Lionel Messi vería con buenos ojos la llegada de quien fue su técnico durante la pasada campaña en el FC Barcelona. Messi no es el dueño de la selección, no deben permitirle ese título a ninguno de los futbolistas. Aclaro, por la susceptibilidad que reina en el ambiente en general, que no hay animosidad hacia Messi. Es más, a Lio lo cargan con una mochila que no puede acarrear.
Celebro que sea Martino. Celebraré si vuelve José Pekerman, que tantas alegrías le dio al fútbol argentino desde la formación de jugadores ejemplares que llenaron de trofeos la vitrina de la AFA gracias a títulos de inferiores cuando la mayor no aporta una copa desde 1993. Los oros olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008 tampoco los omito y aquello fue con jugadores más crecidos.

Saludos para todos.


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Friday, March 15, 2013

¿Qué dicen de Roura?


Las redes sociales, como tales, han aportado una enorme cantidad de datos positivos y de los otros. También comentarios en pos de una situación y miles cargados de maldad. Aunque más que de maldad, debería creer que de ignorancia o impotencia.
Me cansé de leer mensajes negativos contra la figura de Jordi Roura, técnico del FC Barcelona que reemplaza a Tito Vilanova, quien lucha a diario para superar uno de los peores males que padece el ser humano.
Debo aclarar –porque nobleza obliga- que no conozco a Roura, que jamás hablé con él, ni siquiera lo he visto trabajar. El sentido común, ¿qué me dice? Si Roura tiene un puesto en el Barça es porque “algo” debe saber. Estoy convencido de que quienes dirigen el club son amplios sabedores de fútbol y, ante la oferta gigantesca de maestros, por algo el de Llagostera está ahí.
Hace años que el plantel del blaugrana consigue resultados y lo más complejo a un nivel alto es mantenerse continuamente en la cima. Probablemente se entienda en lo que es el ámbito casero porque el torneo tiene dos equipos fuertes y el resto corre en un segundo pelotón. Habiéndole tomado la mano tras largos pleitos sin poder lograrlo, Real Madrid le hizo vivir la semana más nefasta al Barça desde que construyó este plantel que hace celebrar de felicidad, vivir en un día a día de ensueño a sus fanáticos. Claro que la mayoría de los reproches, de los propios seguidores culés, no apuntaron ni a Messi, ni a Iniesta, ni a Xavi, ni a ningún otro. El receptor de la crítica destructiva tuvo un blanco único, Jordi Roura.
Cuando cayó el pitazo final del partido Barcelona 4 vs. Milan 0 en la vuelta de los octavos de final de la Champions League, nadie se tomó un minuto para agasajar a Roura (tomando en cuanta lo que leí en Twitter, por ejemplo) que, desde lo psíquico protagonizó una labor excepcional. En solo cuestión de horas logró que los azulgranas se reencontraran con su propia memoria. Presionaron, se adueñaron de la pelota, usufructuaron a Messi y explotaron la capacidad goleadora de David Villa y más.
Si me preguntan qué porcentaje recargo sobre el orientador y sobre los futbolistas, no lograría expresarlo en números. Igualmente, y eternamente, sostendré que los que ganan y pierden los partidos son los futbolistas, los que pisan la cancha.
El movimiento “marketinero” de los clubes más poderosos del mundo es sensacional y por eso logran, entre varios ejercicios, que los que precisan aferrarse a algún color, a un uniforme, para de tanto en tanto celebrar algo y concebirse ganadores, se alisten detrás de la camiseta del Barcelona o del Real Madrid.
Pero muchas de esas personas desconoce lo profundo del fútbol, no les importa generalmente ingresar en el análisis, buscan –más bien- que los “colores adoptivos” ganen y punto y aparte. Si se imponen será por Messi y cuando caigan será por Roura. 
Xavi maneja, Iniesta ejerce, Messi define… el resto acompaña al punto de construir un equipo que, por dos derrotas, no perdió la memoria. Todo, a costas de Roura.
Cuidado, tampoco quitemos méritos a Cristiano Ronaldo. Sí, leyeron bien. Así como el Barça sería otro sin Messi, el Merengue resultaría completamente diferente sin CR7. No digo peor, sí distinto; aunque mejor, sin estos, nunca.
Celebro que Roura pudo reencontrar el atajo a la identidad de la que el Culé se aisló solo un par de días.
Ese mentón duro que luce es el mismo que le pone a la crítica, que por más potente que sea, no logrará noquearlo.
¡Abrazo para todos!

Tanto tiempo...

Ciertamente ha transcurrido mucho tiempo desde el último Post. La cuestión de mantener un blog para poder estar en contacto con ustedes quedó algo relegada debido a que, tal vez, me inclino más a comunicarme vía Twitter. Intentaré reflotar este lugar donde, busco, entre expresiones subjetivas, lograr un ida y vuelta con ustedes, los que siguen el blog.
Espero poder ir cargando de comentarios, información y opinión, este lugar tan amplio como rico.
Abrazo para todos y nos seguimos leyendo.

Sunday, May 20, 2012

25 años después del 10


Imagino la locura que se vivirá en Nápoles y no es para menos. Un cuarto de siglo después de Diego Armando Maradona el equipo azzurro vuelve a levantar la Coppa Italia al derrotar a la Juventus por 2 a 0 en el estadio Olímpico de Roma, justamente para hacer “Eterna” la celebración.
Napoli fue superior y gracias al aporte de los sudamericanos. En todo momento supo apoyarse en lo que le brindaron hombres como Hugo Campagnaro y Juan Camilo Zúñiga, aunque la contribución esencial la hicieron Walter Gargano, quien no participó del encuentro final, y Ezequiel Lavezzi y Edinson Cavani.
Los mencionados anteriormente no son los únicos sudamericanos. La colaboración, aunque menor, existió también por parte de Miguel Ángel Britos, Eduardo Vargas, Federico Fernández e Ignacio Fidelef.
Napoli supo sacarle el jugo a un goleador temible como es Cavani. El chico que nació en Salto, que se crió en un ambiente humilde y que se formó en Danubio comenzó deslumbrado en las divisiones menores de la selección de Uruguay. Cuando viajó sin escalas al Palermo de Italia lo único que mostró fue un crecimiento ininterrumpido.
Lavezzi fue alcanzando peldaños de idolatría. Se sabe que el tifoso del Napoli es especial pero cuando uno ya no puede caminar cómodamente por la calle porque todo el mundo lo conoce dentro de la urbe, entonces estamos en presencia de una figura importante. Lavezzi, además, cuenta con un plus: es argentino. Y ser argentino en Nápoles, jugar para la institución y además hacerlo dejando huella, es una combinación que no se le escapará nunca al fervoroso fanático.
Los de Walter Mazzarri ganaron, merecieron siempre, tuvieron hambre y usufructuaron los titubeos de una Juve con resaca de campeón invicto de la serie A del calcio.
El estandarte de Maradona en Napoli sumó, a partir de este inolvidable domingo 20 de mayo de 2012, nuevas estrellas.

Wednesday, May 9, 2012

El lado B de la gloria


Luego del partido que Radamel Falcao García Zárate tuvo, para lo que fue una nueva conquista suya y del Atlético de Madrid a nivel europeo, es lógico que el total de los reflectores apunten al samario. No debería ser diferente. Igual, desde el análisis, me atrevo a apartarme, a examinar fríamente tras desparramar todas las cartas sobre la mesa  y llego a la conclusión de que Diego Simeone tiene un porcentaje altísimo de esta proeza.

Hablo del Cholo y hablo de porcentajes porque no soy de los que otorga, habitualmente, el reconocimiento al trabajo del director técnico. Me inclino más para el costado de los que defienden la teoría de que los futbolistas resuelven en el rectángulo al margen del orden que un preparador pueda brindarles.

De hecho Simeone no hizo hincapié en la táctica, sí apuntó a la mente de los jugadores. El partido lo tenía que ganar, primero, en la cabeza de sus pupilos y una vez convencidos estos, apuntar a estudiar al rival. Allí hay que valorar el desempeño de Simeone. Fue claro en el mensaje, lo entendieron quienes debían hacerlo y lo ejecutaron a la perfección.

Es evidente que este “Doctor Jeckyll y Mr. Hyde” que es el Atleti expuso su cara servible. La irregularidad quedó en Barajas, ni una ínfima estela persiguió al grupo hasta Buscarest. Necesitaba, el Cochonero, personalidad y eso manifestó porque Simeone pregonó aquello en la ruta hacia el pitazo inicial y durante los noventa minutos del choque contra el Athletic Club.

Alguna vez Simeone patentó la frase “jugar con el cuchillo entre los dientes”. Quien no reconozca que el Atlético de Madrid saltó al césped con la idea impregnada en la piel cometerá una equivocación.
Simeone se vio invadido por la satisfacción se lo notó, justamente, muy búcur, que en rumano significa alegre, contento y del término búcur derivó el bautismo de Bucarest, ciudad que le abrió las puertas a la final del torneo continental donde el Atleti mutó a FANTAstlético de Madrid.

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Tuesday, April 17, 2012

Chau Teo

Bien por Racing Club. Ciertas acciones no pueden pasar desapercibidas. Los directivos de Racing Club de Avellaneda dieron una lección que, seguramente, marcará un precedente. Pidieron, ya, a la AFA, la anulación del contrato de Teófilo Gutiérrez. Algunos saben qué ocurrió. Otros no.
Les cuento. Racing perdía ante Independiente por 2-1 el clásico “barrial” y al colombiano se le ocurrió abrir la boca de más justo con el árbitro Sergio Pezzotta. Con el guiño del reglamento, el referí le mostró la tarjeta roja. Gutiérrez dejó a La Academia con nueve hombres (había sido expulsado Bruno Zuculini minutos antes).
Cuando finalizó el partido, el arquero Diego Sebastián Saja lo fue a buscar, a su ya ex compañero, dentro del vestuario y se tomó a golpes de puño con Teo. El bueno de Giovanni Moreno quiso separar y se llevó un trompazo de Saja. Teófilo buscó, de dentro de su bolso, un arma (dicen que era de aquellas que se utilizan para jugar Paint-ball; ¿quién cree que pueda cargar eso?) y amenazó a Saja.
Cuando llegó el momento de subir al ómnibus, los jugadores de Racing impidieron que el colombiano viajara con el resto del plantel y abandonó el estadio Libertadores de América en un taxi.
Este bochorno se sumó a la renuncia de Alfio Basile a la conducción táctica de su amado Racing, del club que le abrió las puertas cuando siendo un joven de quince años de edad, arribó a Buenos Aires desde su Bahía Blanca natal. Basile, con el correr del tiempo, llegó a los estándares de ídolo racinguista, algo que es exclusivo para elegidos. El Coco, hoy dicen que está golpeado como nunca. Un tipo defensor de los códigos, que no ha expresado una frase ante los medios luego de su determinación, con la carrera suficiente como para tener el caparazón bien ancho e impermeable, cerró su nuevo ciclo con impotencia.
Teófilo Gutiérrez cometió varios actos de desaprobación. Comenzando por una tonta expulsión ante Boca en la campaña anterior luego de haber llegado tarde tras jugar con la Selección Colombia una jornada de eliminatorias mundialistas, pasando por peleas con rivales en los torneos de verano hasta esta última. En Racing se hartaron.
Para varios, Teo es un excelente jugador. Yo digo es que muy (pero muy) del montón. El que tenga cierta habilidad no implica que sea un magnífico futbolista. Se requiere de una suma de condiciones pera verdaderamente alcanzar la condición de magnífico o distinto.
Racing hizo bien. Se quitó de encima un enorme problema. Barrió el vestuario por el sector que debían. Aunque, lamentablemente, el descarte de algunos será el refuerzo de otros. A Gutiérrez, seguramente, no tardarán en contactarlo.
Abrazo para todos.

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Sunday, January 29, 2012

Zaragoza es un barco sin capitán

Por estos tiempos puede, para muchos, resultar un arma de doble filo el título de esta opinión. Debo confesar que me ha llevado algunos minutos decidir si encabezaba la escritura con aquella leyenda tras lo ocurrido en una zona litoral italiana con el crucero Costa Concordia. Créanme que no hay intensiones ocultas porque no existe manera posible de comparar la tragedia de la nave con la actualidad de Zaragoza.
¿Por qué decidí encarar por ese andarivel la cuestión de turno? Es que luego de relatar para GolTV en Estados Unidos el partido entre Real Madrid y Zaragoza comencé a pensar en el contexto de este cuadro maño que parece no tener plantel para estar sumergido en el fondo de tabla aunque la realidad, desde lo futbolístico y los consecuentes números, indiquen otra cosa.
E hice referencia a lo del capitán porque cuando justo la cabeza abandona la embarcación antes que cualquier otro componente de la tripulación, algo huele pésimo. Leonardo Ponzio se fue; el referente de este Zaragoza que hoy le pertenece a Manolo Jiménez determinó ponerle punto final a su travesía por España para retornar a la Argentina y jugar en el Nacional B. Si bien calza ahora la camiseta de uno de los más grandes de su país, nadie puede obviar que los “Millonarios” están en la segunda categoría.
Zaragoza está a la deriva desde hace tiempo, desde hace años, desde que en lugar de buscar una propuesta fuerte e inteligente para generar un trabajo que dé resultados, se topa con la responsabilidad de cubrir huecos. Cada semana es un nuevo dolor de cabeza y las piernas tiemblan al saberse en el compromiso de que los lapsos se acortan, que la luz al fondo del túnel en lugar de estar próxima se aleja más y más.
Hay responsables y uno de ellos fue Javier Aguirre. No pongo en tela de juicio el profesionalismo y el hambre de el “Vasco”,  pero careció de la capacidad de encontrar un once firme, compacto, y la prueba son los resultados obtenidos durante su conducción táctica. Zaragoza en veinte partidos ha sonreído tan solo en dos y en La Romareda. Allí fue hábil de quebrar a Espanyol y a la Real Sociedad, dos que por entonces no podían jactarse de ser de los contrincantes imposibles. El presente de los pericos dice otra cosa pero lo dice hoy y no desfilaban con el pecho inflado en la jornada 4 cuando después de dos partidos tenían un saldo de tres unidades por una victoria contra el Athletic Club y la caída en el Iberoestar de Mallorca. Habrá tiempo, espacio, para los de Mauricio Pochettino pero será en el futuro. Solo fue refrescar la memoria de lo que vivimos cuando recién nacía el campeonato.
Insisto con que Zaragoza no tiene plantel como para abrir la página del periódico y verse allí abajo, tan abajo, tan lejos de la salvación. Hubo y hay yerros inexplicables. Probablemente no apareció jamás una logística que determinara cuál sería el objetivo de la campaña. Si la idea era no sufrir con el descenso pues entonces para qué probar con ciertos jóvenes con un nivel de competencia relativo como fue el caso de Efraín Juárez. Al mexicano lo expusieron ya que no esbozó nunca ni un suspiro de lo que puede explayar y no perdamos de vista que arribó desde una liga en la que el desempeño y los flashes le pertenecen a dos equipos y el resto corre muy, muy de atrás como sucede en Escocia.
Recorro el plantel blanquillo y al toparme con Pablo Barrera me pregunto, ¿a un jugador que le va bien en Inglaterra le interesa irse tan rápido de la élite de la Premier League para vestir los colores del Zaragoza?
Franco Zuculini después de actuaciones aceptables con la camiseta de Racing Club de Avellaneda emigró a Alemania para acoplarse al Hoffenheim. Es cierto que el salario que eran capaces los dirigentes del “Hoffe” de abonarle a Franco estaba por encima de lo podían depositar desde “La Academia” pero la merma en el rendimiento del volante de marca fue tan notable que rebotó en el Genoa de Italia, volvió a Racing, luego a la Bundesliga -a la misma institución- y hoy está en Zaragoza. ¿Eso es pisar firme?
Posiblemente lo rescatable sea lo de Paulo Da Silva, claro que rescatable dentro de la paupérrima actualidad de los maños.
Es evidente que no bajará el club únicamente por los apellidos que leyeron. De todas maneras les pido autorización para hacer referencia a los que corresponden a esta parte del planeta y están en la escuadra.
Varios creerán que la salvación es posible pero hay un dato alarmante realmente. Recuerden que en la temporada 2007-2008 Zaragoza cayó a segunda luego de perder en la jornada 38 por 3-2 ante Mallorca. Recuerden que aquel torneo perdió la categoría con un total de 42 puntos. Recuerden, también, que entonces estaban Ayala, Sergio Fernández, Gabi, Aimar, Diego Milito, Sergio García…
El Zaragoza actual está a treinta puntos de lograr aquellas cuarenta y dos unidades que bajaron a los guiados por Manuel Villanova. Como están hoy es imposible creer en una reacción.

El Tigre, rey de la selva

Los espejismos han sido moneda corriente en la actualidad del Atlético de Madrid. Esas ilusiones ópticas que generaron confianza en algún momento al fanático colchonero, aunque el propio equipo logró que se desmoronaran tan rápido como un castillo de naipes en medio de un huracán. Acumulación de reveces y falta de respuesta desde lo táctico llevaron a los rojiblancos a resultados adversos que derivaron en la salida de Gregorio Manzano y fue entonces cuando se abrieron las puertas del Vicente Calderón para Diego Simeone.
La lógica indica que hoy no podría pensarse en que hubo un cambio radical porque el Cholo lleva un mes al frente del grupo. Ocurre que la lógica en el fútbol no existe, que el fútbol no entiende a la razón y la esquiva. E increíblemente debo expresar que sí, que efectivamente hay un nuevo Atleti en el que vemos más indios que caciques, más peones que capataces. Y dentro de esa jungla, en la que habita el Club Atlético de Madrid, quien debe jactarse de ser el rey es Radamel Falcao García Zárate. Sí, El Tigre es el rey de la selva.
El de Santa Marta arribó a España desde el fútbol portugués en el que la competencia casera es prácticamente nula. Aterrizó en la capital española con los honores de ser el dueño del récord de más goles en una temporada de la Europa League. El colombiano fue la figura de un Porto que reapareció en las primeras planas del viejo continente en el segundo torneo de clubes más importante. Pero el Atlético de Madrid es especial, es diferente a todo. Para bien de Radamel, se acopló velozmente al molde rojiblanco y talla su figura con el potencial de llegar a grabar su nombre a fuego en la institución..
El presente de Falcao generó que a orillas del río Manzanares olvidaran –de cierta manera- a dos íconos de la historia más fresca del Atleti como Sergio Agüero y Diego Forlán.
El arma con la que pelea Falcao tiene nombre: el gol. Mientras el del departamento de Magdalena anote, su presencia se enaltecerá pero tiene la capacidad de ser importante aún sin marcar. Sabiendo y no escapando a la premisa que reza que el centrodelantero vive de las anotaciones, Falcao está exhibiendo el talento de poder soportar y enfrentar en soledad a una línea de cuatro rivales. Cuando a Falcao se lo nutre del balón, resuelve; cuando no tiene la pelota sabe actuar sin la número cinco. Es la segunda vez en lo que va de la Liga que en dos fines de semana consecutivos aportó cinco dianas. En esta oportunidad Anoeta se rindió a los pies del 9 que castigó con tres a los de San Sebastián, seis días después de haberle hecho dos al Villarreal. Remontándonos a septiembre de 2011 en cuatro días también tributó cinco gritos. Entonces fueron Racing y Sporting Gijón quienes sufrieron los zarpazos de Falcao en sendas goleadas colchoneras por 4 a 0.
La inyección anímica del Cholo fue interpretada a la perfección por sus hombres y enalteció el accionar de su delantero más notorio. Aunque también incrementó el fútbol de Diego Ribas da Cunha a quien se lo ve “ensuciarse la vestimente” porque hasta se atreve a ir al piso a pelear por la pelota como ejemplificando la teoría “simeoniana” de siempre jugar con el cuchillo entre los dientes. Eso es lo que pide el público del Atleti, eso es lo que desean los seguidores, los artífices de lo que se conoce como la mejor afición del fútbol español.
Que Falcao esté en deuda con su selección, quizá. Es harina de otro costal. Piensen que hasta el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, es discutido por buena parte del público en Argentina. Es imposible conformar a todos, realmente lo es. A eso no escapará Falcao tampoco, ni siquiera sabiendo que hoy es el as que poseen los rojiblancos.
En este Atleti teñido de irregularidad con la llegada de Simeone siguen sumándose jornadas de tranquilidad y en buen porcentaje por culpa de Falcao.
El Tigre es dueño de su futuro y su profesionalismo, su dedicación, contribuirán a más celebraciones del Atlético de Madrid. Nace un romance que esperan sea eterno.

Tuesday, January 10, 2012

Lionel de Oro

Quienes creyeron que el Balón de Oro tendría un destino diferente a las manos de Lionel Messi buscaron que sus deseos sean más que la realidad. Lo palpable, lo lógico (aunque en el fútbol esto del razonamiento muchas veces queda marginado) decía que el premio al mejor futbolista del mundo tenía un único destinatario.
Es el tercero que obtiene el rosarino, sumándose a la élite de los nombres de Hristo Stoitchkov, Rivaldo y Ronaldinho Gaúcho, en cuanto a la historia del FC Barcelona se refiere. Lo meritorio, en el caso de Messi –como supo ocurrir con los otros futbolistas- es que sabe mantenerse a un nivel superlativo por tanto tiempo. No es simple hacerse del galardón; es un reconocimiento para los “distintos”. Por tal motivo es que son contados los que alcanzan el olimpo del oro de FIFA.
Habrán escuchado, millones de veces, una frase que dice que “lo difícil no es llegar sino mantenerse”. Y entonces es un plus el que tiene Lionel porque su curva va en ascenso, porque tiene hambre de autosuperación, porque no piensa en detenerse, porque sabe que sus metas no terminarán hasta el día que decida colgar los botines. Debo reconocer que al escribir eso hay un frío que me corre en el cuerpo. Es que, cada uno en sus épocas, nosotros (o los de mi generación) debemos dar gracias porque somos elegidos. Nosotros, los periodistas y ustedes, los hinchas (sin importar los colores de las camisetas que amen) tenemos que comprender que pasamos por este mundo en la época de los Maradona, Zidane, Ronaldo, Ronaldinho y tantos, tantos enormes jugadores.
Cuando hice referencia a la autosuperación de Lionel, la que busca La Pulga, me invadió la frase donde explicó que hasta no ganar un Mundial no parará. Que la Copa del Mundo es lo único que le resta a Messi. Y Messi es capaz de todo. Ciertamente el fútbol es un deporte de conjunto y no depende solo de Lionel porque lo rodean otros diez, porque el fútbol no es tenis o boxeo, en donde debes tomar tu raqueta y vencer al que está del otro lado que pelea con las mismas armas… o como en el caso del boxeo en el que te quitan el “banquito” y si no pegas te duermen en lo que un parpadeo. En un deporte grupal se precisa de un funcionamiento coordinado, de un “todos” y no de un “uno”. Evidentemente el contar con Messi en un plantel tiene más que un plus. Es como el as que se necesita para conseguir el poker invencible, es como bailar con la más linda.
Alguna vez, y debo reconocerlo, caí en el pozo de las comparaciones. De la comparación en realidad con Maradona. Porque tengo que decirlo, si bien siempre me proclamé amante de Zidane, de Ronaldo, de Kaká, de Romario, mismo de Cristiano Ronaldo, no he visto ninguno como Maradona y, en el presente, como Leo.
Esta clase de hombres está varios pasos delante de los demás. Cuando se habla de que Messi o Diego no podrían haber jugado en otra época me desespero. Los buenos jugaban en cualquier año, en cualquier torneo, ante cualquier adversario y seguirían siendo los más importantes, los mejores, los imposibles de detener.
Tengo que hablar, también, aunque mínimamente sea, de Xavi; de Xavier Hernández Creus. Uno de los máximos arquitectos del fútbol del Barcelona que deslumbra al mundo entero ha tenido la “desgracia” de ser contemporáneo de Lionel. Escribí desgracia entre comillas porque verdaderamente es todo lo contrario. Lo de Xavi es meritorio porque aparecer en la trilogía de elección año tras año es excelente. Entendamos que en este caso el estar es tan significativo como ganar el trofeo.
Messi tiene 24 años y declaró que todavía está empezando. Si hasta el momento recién puso “primera marcha”, ajustémonos los cinturones porque no sabemos hasta donde podrá llegar.
Lionel es sinónimo de fútbol. El fútbol se juega con la pelota, con el balón… por eso el 10 es de Oro.
¡Abrazo para todos!

Sunday, December 11, 2011

NAVIDAD NADA FELIZ

Miro la tabla de posiciones del campeonato de España y veo al Barcelona líder, bajando otra vez de lo más alto a Real Madrid después de la victoria por 3-1 (o 1-3 como dicen por España a partir de que es del visitante) ante el rival de todos los tiempos, al que supuestamente llegaba mejor, al que soñaba en cortar definitivamente la supremacía blaugrana en el mano a mano.
Espío una vez más la tabla y sé que ese Barcelona líder tiene un partido más que los de José Mourinho, que de ganar el próximo fin de semana contra Sevilla, volverán a ver a todos desde arriba y que los ubica en la cómoda postura de saber que el éxito depende solo de ellos y no de terceros.
Por ese costado debería haber tranquilidad en la “Casablanca”; no la hay. Barcelona, una vez más Barcelona, desestabilizó todos los departamentos del edificio Merengue, logrando que La Liga vuelva a ser de dos, porque esa es otra realidad, el campeonato español volvió a ser entre blancos y culés. Real Madrid tiene la capacidad de superar a cualquiera de los otros dieciocho rivales. Solo con uno no puede. Es sabido que tarde o temprano la historia dará un vuelco ya que  las rachas nunca fueron ni serán eternas. Del otro bando cuando aprietan el acelerador apabullan. Existe una superioridad futbolística, es cierto, pero la verdadera diferencia es mental. La cabeza del jugador del Barça puede destruir hasta el obstáculo más difícil.
Estaba todo dado como para que la celebración se quedará en El Paseo de la Castellana. El ambiente, el ruido, el aliento, el gol a los 22 segundos de haber comenzado el partido siendo el más rápido de la historia en El Clásico… las ocasiones de Cristiano Ronaldo que no se vistieron de festejos como rectificándonos a los que nos maravillamos con lo que hace el portugués cada vez que actúa. Real Madrid desperdició eso, no golpeó al Barcelona cuando lo tenía groggy y pagó carísimo.
Del partido en sí podemos analizar millones de aristas. Que en los movimientos tácticos Pep Guardiola volvió a derrotar a Mou no debería asombrar a nadie. No pasa por creer que uno es mejor estratega que el otro. Los dos son catedráticos en lo suyo solo que, en el cara a cara, Guardiola exprime un jugo en los “niños” que el de Setúbal no logra obtener.
Es muy interesante verlo y escucharlo a Mou en sus apariciones ante la prensa y como buen ser humano, también la pifia. El atribuir la victoria del rival a la suerte fue un manotazo de ahogado de un narcisista desubicado incapaz de reconocer las virtudes del contrincante. Lo estupefactos que nos dejó cuando explicó que no quería atacar al referí porque no había tenido la oportunidad de ver por televisión la reiteración de la jugada en la que Lionel Messi podría haber visto la segunda amonestación y la consecuente roja, lo tiró a la basura con la minimización a un plantel que a excepción de la final de la Copa de su Majestad el Rey, lo quebró en mil partes.
Insisto en que podría escribir de cientos de situaciones que regaló el Clásico, riquísimas para el análisis periodístico pero les aseguro que estaríamos hasta pasado mañana. Entonces es que decido emplear tinta en dos asuntos más.
Entiendan, de una vez por todas, los que quieren gambetear la realidad, que de futbolista a fenómeno hay una ruta extensísima que la mayoría no logra finalizar en sus vidas. El Madrid goza de muy buenos componentes pero escasas estrellas. Tengo un barullo en la cabeza que gira al ritmo de una lavadora. Cuando fui crítico del Real Madrid apareció el grupo y entonces yo mismo pensé que se había manifestado el verdadero conjunto que se comería crudos a todos, hasta al mismísimo Ballet Blaugrana. En la cresta de la ola el agua se abrió y cayó estrepitosamente al vacío. Háblenme bien de Marcelo, Sergio Ramos, Özil, Benzema, Higuaín o Di María… háganlo. Por favor, no los transformen en emblemas del Madridismo porque les falta carácter para serlo. Las insignias de los Vikingos son Iker, Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo. Me permito la licencia de Kaká porque no sería objetivo. A mí Kaká me puede. Es uno de mis favoritos a nivel mundial y, de hecho, entiendo que debió haber sido titular. Kaká estaba para jugar, de lo contrario no hubiera saltado a0l campo de juego como pieza de recambio porque Mou puede poseer cierta locura pero hasta la incongruencia no llega. Mucho menos digo que de haber estado Kaká desde el pitazo inicial el Madrid hubiese ganado. No lo sabremos jamás. Es anecdótico e indescifrable.
Voy a cerrar haciendo referencia a Cristiano Ronaldo a quien los hinchas Merengues apuntan sin piedad durante estas horas. El de Funchal es un elegido, es el toque diferente, el distinto, el capaz de unirse al elitista grupo de dos de los campeones del mundo anteriormente nombrados. Es injusto que carguen contra Cristiano. Ciertamente no fue su mejor partido…¿y los demás?
Cristiano no estuvo fino, el arco de enfrenté se le cerró, no aportó la lucidez de otros combates; ok. De ahí a silbarlo, a responsabilizarlo de la derrota, no es lo apropiado. Los demás vestidos de blanco, exceptuando a Alonso y Casillas, no surgieron de trincheras imaginarias que fabricaron en el césped del Bernabeu.
Creo que más allá de poder escapar del Ramón Sánchez Pizjuán con los tres puntos la Navidad del Madrid no será feliz. Gran parte de España está derrotada, abatida, desanimada y en el árbol esperan que Papá Noel les deposite el regalo que dentro del paquete acarree una futura victoria contra el Barcelona y la posibilidad de anhelar un título o más.
¡Abrazo para todos!

Wednesday, October 26, 2011

Ahora sí hay un nuevo Real Madrid

Al ver jugar en las últimas semanas al Real Madrid uno no necesita ser un científico para percibir que “este” Real Madrid es diferente al de temporadas anteriores e incluso al que comenzó la campaña 2011/12. Es imposible saber hasta donde podrá llegar, si es que el éxito será total o sumará frustraciones a las que acopió en el pasado reciente. Por como se está desempeñando el grupo uno tiene que pensar positivamente. Real Madrid cambió su cara, se ha puesto el overol y está mostrando un fútbol de alto vuelo.
Dicen que un grupo sólido se construye desde atrás hacia delante y en este sentido José Mourinho no se vio en la obligación de ir colocando ladrillo por ladrillo, sino que debió acomodar las piezas con las que contaba. La renovación del Merengue da su puntapié desde la línea más avanzada. Gonzalo Higuaín y hasta Karim Benzema –cuando le toca ser titular- se comprometen a ahogar al rival. Lo mismo hacen Cristiano Ronaldo, Kaká, Ángel DiMaría o Mesut Özil. El que se involucren en una presión vertiginosa para apoderarse de la pelota rápidamente aliviana la tarea de los medios de marca como Xabi Alonso, Sami Khedira, Lass Diarrá o Fabio Coentrao. Posiblemente la zona más endeble de los de Chamartín sea la última, la previa a Iker Casillas, aunque no se nota. Y no se percibe porque cuando los adversarios logran romper los cerrojos anteriores llegan deteriorados, incómodos, flojos para acarrear peligro al marco del capitán.
Real Madrid está definiendo los partidos en los primeros tiempos. Es decir, hace el gasto desde el arranque, arriba al objetivo de un colchón de tranquilidad devenido en goles y luego maneja los hilos de la marioneta a su gusto.
Al margen de esos gustos, porque ahí entra a jugar la subjetividad, hay que especificar que Real Madrid tiene una columna vertebral sólida. Y ese eje del cual está sacando provecho al máximo se vio bendecido con el despegar futbolístico, tras meses y meses de ausencia, de Kaká. Porque Kaká estuvo cuando lo invitaron a jugar, porque se esforzó para demostrar pese a que las lesiones lo cachetearon hasta dejarlo groggy y no agradaba, no engranaba… Kaká está volviendo a ser. Es una ventaja incalculable para Mou. La opinión general durante la pretemporada hablaba de que el máximo refuerzo del Real Madrid era Benzema, porque sus goles en los encuentros de preparación para lo que se venía hacían creer que finalmente el francés explotaría. Alternó buenas con las de las otras hasta que resurgió Higuaín y entonces desplazó de la titularidad al oriundo de Lyon siendo el ex Olympique el hombre de alternativa de Mourinho y, a la cancha, el número 20.
El verdadero refuerzo resultó ser Kaká. Es el brasileño, sin terreno para la discusión, el que aportó su mejor fútbol y eso que no llegó al techo, que todavía no es el Kaká que enamoró al Milan cuando actuaba para el Sao Paulo, ni el Kaká que sedujo al Madrid cuando triunfó en el rossonero. Lo del de Gama es una bendición para el Madridismo. Está rápido, fino con el balón, solidario y, además, hace goles. Su sociedad con DiMaría y Cristiano Ronaldo es un arma letal.
A propósito de Cristiano Ronaldo muestra una cara desconocida en este Real Madrid. Cristiano ha alejado de su vida la desesperación por ser el hombre-gol. CR está más participativo y toma como prioridad el asistir, el jugar en conjunto, y así y todo se lo ve al tope de la tabla de anotadores junto con su “acérrimo rival”, Lionel Messi. Contra Villarreal perseguía su grito número 100 con el uniforme del Real Madrid y no llegó. Caerá en los próximos días, eso está claro. No fue bueno lo de Cristiano Ronaldo ante el Submarino y retrocedió a los segmentos en los que su hambre por hacer todo le pateaba en contra.
Real Madrid destroza a los contrarios. El punto de inflexión lo marcó la caída contra Levante cuando en el Ciutat de Valencia cedieron ante el sorprendente puntero de La Liga. La prensa española habla de que el Madrid se conecta al “modo caníbal” y nadie escapará del famélico conjunto de la capital de España.
Por el Santiago Bernabeu sueñan con quebrar la hegemonía del Barcelona, con el torneo local y también la Champions League. Resta tiempo para ir tachando cada una de esas metas aunque el engranaje de la naciente máquina de fútbol hace que sus fanáticos ya se vean frotándose las manos.
¡Abrazo para todos!

Monday, September 19, 2011

Sin Cristiano es uno más


Frente a Levante quedó en evidencia que existe una diferencia enorme cuando el Real Madrid cuenta con Cristiano Ronaldo y cuando no lo tiene a su as. Por lo visto desde que arrancó esta temporada me inclino por entender que el cuadro merengue necesita imperiosamente de la presencia del portugués, de lo contrario pasa a ser un equipo más, con probabilidad de perder ante un adversario, en la teoría menor, obligado por el fixture a cruzarse en su camino. Le ocurrió en el Ciutat de Valencia contra los Granotas y, si no actúa el de Funchal, puede llegar a sucederle con asiduidad ante muchos más.
Esta versión de Real Madrid, dirigida por José Mourinho, posee tres puntos destacables y altos, con nombres propios: Marcelo, Xabi Alonso y el mencionado Cristiano.
El brasileño está yendo a más cada partido. Su nivel transita una cuesta ascendente y si bien ha descarrilado en algún momento, los arrebatos de locura no son moneda corriente en su vida profesional. Si los madridistas temieron por la partida de Roberto Carlos creyendo que les costaría encontrar un sustituto pueden dormir con la tranquilidad de saber que en Marcelo tienen a un lateral regular; regular porque es parejo (y para bien), porque no desentona en ninguna de sus presentaciones. De hecho, y no es un dato de relleno, Marcelo Vieira Silva Júnior no era del agrado de Mou. Cuando el entrenador pasó del Internazionale de Italia a España, pensó en que debía manejar un cambio en esa zona. Un momento de lucidez le hizo apretar el freno, no recurrir a la billetera administrada por Florentino Pérez y estudió a Marcelo. Comprendiendo que era idóneo para su visión del fútbol, Mourinho no necesitó indagar en el mercado. No despilfarró millones por un marcador de punta porque supo que Marcelo le daría más de una opción a la hora de una necesidad táctica y/o estratégica.
Xabier Alonso es uno de los futbolistas más intelectuales del planeta. Cada vez que lo veo en acción pienso que con el tolosarra me abro a descifrar que interpreta este deporte a la perfección. Alonso “entiende” el fútbol. Es prácticamente imposible que erre. Toca en corto cuando debe, hace que el balón esté en sus pies el menor tiempo posible, aporta la variación de ritmo y no con velocidad, sí con cambios de frente para abastecer al que aparece sin marca, tiene remate de larga distancia, maneja los hilos de la ofensiva siendo un volante de marca. Y sí, en él arrancan los avances del Madrid porque es Alonso el responsable de recuperar la mayoría de los balones que persigue el equipo cuando la pelota no está en poder de los blancos.
Regresando a Cristiano Ronaldo lo que aflora es una diferencia sustancial entre el portugués y los demás… los demás compañeros. Cristiano es el hombre gol, Cristiano es el epicentro de la generación de peligro, Cristiano es la velocidad, Cristiano es la garra, la tenacidad, el hambre. Cristiano es el diferente, es quien puede permitirle al Madrid soñar con el más allá. Habrá que ver hasta que punto soporta Cristiano Ronaldo porque, por ejemplo, pese a sus ganas no logró hacerse de la titularidad contra Levante después de lo que lo castigaron a mitad de semana en la jornada uno de la fase de grupos de Champions League. CR7 recibe golpes de todos los gustos y colores. Y si algo falta para definir a Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, es su guapeza. No me refiero a lo guapo estéticamente hablando sino a que no arruga, no se esconde, lo castigan se pone de pie y va a pedir la pelota. Su pegada es magnífica. Sus arranques irrebatibles, el dominio de pelota a la carrera, la fracción de segundos para anticiparse a lo que él mismo terminará realizando, catapultan a este joven a un territorio inaccesible para cualquiera de los otros mortales que entrenan a diario con él.
Permítanme volcar lo que me inundó luego del Levante 1 vs. Real Madrid 0 del domingo y entendiendo que realizo un juicio de valor hacia un grupo al que puede exigírsele siempre y que, supuestamente, cuenta con el repertorio para contraatacar.
Iker Casillas dejó de ser el indiscutido número uno de España. En estos tiempos está exponiendo falencias que acarreó (aunque en menor medida) a lo largo de su trayectoria. Iker no gana un “mano a mano”, no está caminando bien el área; no muestra claridad al verse obligado a manejar las piernas; sacando en largo la pelota va siempre a dividir y no cae limpia en uno que tenga de su lado. Iker ni siquiera responde bajo los palos como el arquero que maravilló a tantos. Tal vez esté pensando más en ordenar a su defensa que en tener que cumplir a rajatabla con tu rol.
¿Será que Casillas no confía en sus centrales? Puede que el interrogante se desate comentando que Pepe y Ricardo Carvalho son dos zagueros “inflados”, de los cuales se espera demasiado y devuelven muy poco. No son centrales de élite. Tal vez Carvalho supo obnubilar a millones en años anteriores a su arribo al Santiago Bernabeu pero sinceramente, desde que aterrizó en Madrid fue más vulnerable que confiable. Centrales de jerarquía vistieron la camiseta de Real Madrid y Pepe no tiene suficientes condiciones futbolísticas para ser un elegido. Evidentemente Pepe es un tipo tocado por la barita mágica. Con él en cancha Mourinho lleva las de perder porque su descontrol y su personalidad indescifrable son causa de preocupación si el equipo pretende cerrar los partidos con sus once fichas.
Sergio Ramos, un lateral del montón, del general. No niego que de arriba va bien, porque tiene cabezazo en las dos áreas. Ocurre que cuando lo encaran en el uno a uno desnudan las carencias del cuatro. Al Madrid no lo atacan demasiado pero cuando los rivales (al margen del Barcelona) se le animan, les provocan migrañas a los del Chamartín por una línea trasera endeble.
Sami Khedira vivió un Mundial 2010 bueno y la estela de su desempeño en Sudáfrica le abrió las puertas del cielo; porque imagino que nadie reprochará esta opinión. En su más remoto sueño Khedira se vio actuando en el Real Madrid. Para colmo Nuri Sahin llegó a la península Ibérica roto y Mourinho debió barajar y repartir las cartas. Cuando las expuso sobre la mesa, en un truco de su galera, encontró que a Fabio Coentrao jamás lo vio como un lateral izquierdo. ¡Vivo Mou! Para cubrir una nueva desinteligencia de la adquisición de un profesional NO apto físicamente, a Coentrao le hallaron un hueco en el doble pivote.  El ex Benfica es lateral por izquierda. Esporádicamente podría dar una mano fuera de su finca; de ahí a reinventarlo… Marcelo es intocable y así debe ser, entonces Coentrao se mueve donde Mou le indique o come banco.
Ángel Di María tiene rapidez, gambeta, explosión; de tanto en tanto anota. De fútbol mejor ni hablar. O sea, si un técnico quiere barullo, Di María es experto. Si un director técnico quiere orden, “Fideo” no debería tener ni la más remota chance. Hace todo al revés por más que sus ganas y el desgaste logren camuflar su desinteligencia táctica.
Kaká se ve separado por un abismo de lo que verdaderamente es Kaká. Las lesiones, su cuerpo, le plantaron guerra y se vistieron del peor enemigo para el de Gama. Al ciento por ciento Kaká relega a Mesut Özil a la suplencia eterna. El alemán juega bien de a ratos pero se esconde más de lo que aparece. Un puñado de partidos correctos (solo correctos, nada de superlativos) no lo transforman en la esperanza madridista. Están los que argumentan que es joven, que tiene que crecer… y replico, entonces, ¿el Madrid compra futbolistas no afianzados, no capaces de lucir el uniforme desde la misma firma del contrato? Se supone que cuando aterrizan en el Bernabeu tienen que calzarse la ropa y demostrar lo que son, entendiéndose que tal seres humanos pueden zambullirse en días malos. A Karim Benzema lo siguen aguardando. ¿Me van a decir que explotó? Por favor. Al francés le dieron dos años de yapa y salvo un lunar de la naturaleza, hace goles a los débiles. Le falta la fuerza, la presencia que exige un “9” del Madrid. Se lo ve livianito y parece que no se enteró que no es lo mismo ponerse la camiseta del Lyon (con todo respeto hacia este club francés) a la que calza en el presente.
De los que tienen minutos suficientes me resta Gonzalo Higuaín. Voy a ser breve: al Pipa le robó la titularidad Karim Benzema.
José Mourinho tiene más trabajo de lo que piensa. Y creo que a donde debe apuntar el entrenador no es hacia dentro del rectángulo sino a la cabeza de los futbolistas que están obligados a despertar y, de una vez por todas, tendrán que bajar la vista, mirarse los pies y ver donde están parados.