Thursday, July 28, 2011

Incomprensibles situaciones

Está buenísimo que quienes están a cargo de la Seguridad Nacional cumplan con su trabajo, que nos cuiden a todos, que intenten adelantarse a cualquier riesgo y evitar tragedias que de eso, en este país, se sabe y mucho (desgraciadamente).
El Barcelona supone, al parecer, ¿ser un peligro contra el Presidente de la Nación y contra la Casablanca? Por eso el equipo de Pep Guardiola, ese grupo de jóvenes que el único daño que realizan se lo ejercen a los rivales en los partidos de fútbol y con una pelota, no han podido completar su entrenamiento sobre el National Mall de la hermosísima ciudad de Washington, capital de Estados Unidos.
Mientras practicaban en uno de los parques ubicados entre el Obelisco y el hogar del Presidente Barak Obama, agentes de la seguridad se acercaron, irrumpieron en el entrenamiento e “invitaron” a los blaugranas a finalizar con la tarea cotidiana. El invitaron entre comillas no es una ironía. Es una manera de intentar explicar que lo ejercieron con total tranquilidad, con el pacifismo que hay que implementar en un caso como este. Todo lo contrario, en pocas palabras, a lo que debieron padecer los hinchas uruguayos que festejaron en New York la obtención de la Copa América y que por el mero hecho de bajar desde la vereda a la calle recibían el impacto impaciente de la famosa “cachiporra”. Lo que duele ese caucho… solo los que alguna vez recibimos algún golpe de aquella arma, sabemos de qué hablamos.
Debió haber negligencia de parte de quienes supuestamente tenían la responsabilidad de solicitar autorización para estar desempeñando actividades masivas en un sector complicado, no solo de la ciudad, me animo a decir del país. Si uno pasea por el National Mall, ese rectángulo que arranca desde el Congreso y hacia el oeste va encontrando la Reflecting Pool, el Obelisco y desembocando en el Lincoln Memorial, entre las avenidas Pennsylvania     y Constitution, ve cientos y cientos de personas realizando actividad física a diario. Ocurre que nunca en grandes grupos, siempre de forma individual, a lo sumo en parejas.
Ocurren cosas que no se entienden. ¿No podrían haber actuado velozmente y darle el OK al plantel de Guardiola para cerrar una práctica ahí? Con tantos museos y vigilancia al por mayor; con un mar de personas caminando, transitando la zona minuto a minuto, ¿algún ser racional puede creer que el plantel de fútbol de un club prestigioso, con tipos que son conocidos mundialmente, pueden ser una amenaza?
Pasan barbaridades como esta… como la de hoy, como también ocurre que un puñado muy menor a un plantel de fútbol tiene la capacidad y la libertad de tomar un avión, y hasta dos (y fueron más aviones) para secuestrarlos y hacerlos chocar contra las Torres Gemelas, la historia conocida del famoso 11 de septiembre de 2001, para desatar la catástrofe en un par de minutos… Dios, de no creer.


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