Sunday, April 24, 2011

Sensaciones de la jornada #33 de España

Siguió la fiesta del Madrid luego de la obtención de la Copa del Rey. Algunos se atreven a castigar a José Mourinho tildándolo del anti-fútbol, como si dentro de las permitidas por la ley no estuviese permitido jugar a lo que mal llaman “la defensiva”. Es decir, replegarse para dejar venir al rival y cuando se quita la pelota buscar explotar el contragolpe. Increíblemente los hinchas del Barça se sienten ofuscados por el planteo, por la determinación del estratega portugués. Es lógico. El blaugrana no supo quebrar el cerrojo, una vez más. Digo una vez más porque ya le hizo eso Mou cuando fue técnico del Internazionale de Italia. Ya con el merengue, en noviembre de 2010, quiso jugarle de igual a igual al Barcelona en Camp Nou y… así le fue. Se llevó una manita inclemente, con una lección de fútbol de parte de los culés, evidenciando un fútbol no visto en los últimos, que digo, veinte años.
Más allá de las lágrimas de la derrota, la mayoría de los hinchas de verdad del Barcelona supieron reconocer el triunfo ajeno y, en todo caso, demandarán a Guardiola que estudie la forma de cómo contrarrestar el juego “sucio” que le planteó Mourinho.
Real Madrid, sin presión, con la tranquilidad del objetivo de la Copa de Su Majestad y desplegó un fútbol exquisito ante Valencia. Me hablaron de un cuadro suplente, de hombres que no tienen la capacidad de ser titulares domingo tras domingo o fecha tras fecha. Es cierto. Lo que también es verdad es que el abanico abierto reflejó la amplitud de plantel del Madrid a diferencia de lo corto que es el del Barcelona. Los hombres que saltaron al terreno de Mestalla para el partido de Liga contra Valencia son titulares en cualquier club de la Primera División de España. Lo afirmo sin un mísero titubeo. La versión de Kaká, la reaparición de Higuaín en el gol, la eficiencia de Benzema, la asociación de fútbol en general, desnudaron a un Valencia errático y enaltecieron la riqueza de los del Santiago Bernabeu.

Continúo en el viaje por lo que he visto de la jornada, hasta ahora, porque estas líneas están siendo desarrolladas previas al programa de La Liga 360.
Barcelona le ganó a Osasuna. Le ganó y punto. No siento esa necesidad de redactar que lo hizo mereciéndolo como en el noventa y pico por ciento de los partidos que he visto y me ha tocado relatar de los de la Ciudad Condal. ¿Por qué? Simple. La distancia que separa a los titulares de los sustitutos es abismal. De hecho me animo cada vez más a creer que lo estupendo del fútbol de Xavi e Iniesta, a quienes considero excelentes jugadores de fútbol, ha mermado y lo que se ve, lo que se atestigua por estas horas es una adaptación normal de los mencionados anteriormente.
Destrabaron, los blaugranas, un choque extraño contra Osasuna, un rojillo que intenta escapar de una zona de descenso que cada vez lo ahoga más, como si estuviera disolviéndose en las arenas movedizas de la segunda división. Ese Osasuna se asustó cuando tuvo que enfrentar a Víctor Valdés, el mejor portero de España. Hago un paréntesis aquí. Casillas es ganador de finales, eso es indiscutible. Ahora, Valdés, desde hace tiempo a esta parte, es el número uno de España. Logró transformarse en arquero de equipo grande, de esos porteros que los atacan poco, realmente poco, y que dicen presente a la hora señalada.
Villa quebró un maleficio superior a dos meses, quebrando redes rivales y en el segundo tiempo ingresó el mejor del mundo, entró Lionel Messi. Es diferente cuando él está en la cancha. En los relatos me atrevo a llamarlo “el intelectual del fútbol”, y es que como él nadie ve el juego, nadie. Ni siquiera un arquitecto como Xavi o un duende mágico como Iniesta. Su mejor socio, del socio de Messi hablo, es decir Dani Alves, emanó su cara débil. Y bueno, un partido malo lo tiene que tener. No es que lo puede tener… tiene que tenerlo, por la única razón de que es humano.
Sobre el final, Leo hizo de las suyas, palo y a la bolsa con un 2 a 0 que no le regaló ni un milímetro de esperanza a su más inmediato perseguidor, al rival de toda la vida.

Quiero cerrar con lo estupendo, lo electrizante del Sevilla 3 – Villarreal 2. Todo indicaba, después de las anotaciones de Rakitic (de tiro libre en el minuto 9) y de la exquisita definición de Álvaro Negredo (de derecha y por arriba de Diego López en el minuto 14) luego de una sensacional habilitación de Diego Perotti, que la historia en el Sánchez Pizjuán terminaba en goleada a favor de los de Gregorio Manzano. Mereció irse al descanso con algún gol a su favor el Submarino pero la culpa la tuvo Javi Varas. El andaluz vive un momento magnífico y relegó a la banca a un indiscutido como supo ser Andrés Palop.
En el complemento había solo un equipo en el césped: Villarreal.
Marchena, ex hombre de la institución del barrio de Nervión, el que nació en la localidad Las Cabezas de San Juan, protagonizó el descuento. Más tarde haría de las suyas, de las (lamentablemente) normales y fue expulsado por doble amonestación. Se le venía, al Sevilla, el Villarreal y entonces un cambio de Manzano cobró réditos veloces. Romaric picó, recibió el balón, definió e inundaba hasta el cuello la esperanza de los castellonenses. También un cambio de parte de Garrido, inteligente, vio a Rossi ingresar y finalizando una acción grupal, genial, destelló con un preciso remate de zurda. Lo quiso empatar el Submarino, lo tuvo a tiro. Un palo, el de la mano izquierda de Javi Varas fue el culpable de que no haya finalizado en tablas. La victoria de Sevilla estuvo bien y Villarreal tiene la mente en acaparar el que significaría el primer título internacional en su palmarés porque se prepara para la semifinal de la Europa League donde querrá sortear al incómodo Porto.

1 comment:

  1. Más de lo mismo con los equipos débiles a cuyos jugadores les tiembla la pierna a la hora de encarar a Victor Valdés, Casillas, así como le temblaron a Cristiano para elevarse por encima de la defensa blaugrana en la prórroga para darle la victoria al merengue en la final copera. El fútbol lleno de displicencia acaba por sepultar al débil mucho antes que el talonario que el equipo que le supera en nómina y profundidad de plantel puede mostrar. Concuerdo con Ud., quizás Xavi e Iniesta no tengan ese fútbol que mostraron me parece que hasta los octavos vs Arsenal. Para mi es fruto del cansancio, de contar con una nómina tan corta. Más allá de estos dos partidos recientes vs Real Madrid y el dato importante que resulta el planteamiento táctico de Mou, imagino que Ud. tome también como referencia todos estos encuentros ligueros que Barcelona ha ganado sin mostrar el fútbol lleno de claros desmarques y pases al espacio, punzante desde ese mediocampo comandado por Xavi e Iniesta, sin tanta lateralización del balón. Diego Torres, daba un dato interesante respecto a cómo supera en la media de minutos jugados la plantilla culé a la merengue. Y bueno lo de Javi Varas va siendo digno de firmarlo como una de las mejores notas de esta versión de la Liga Española, sin dudas.

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