Saturday, April 16, 2011

Tablas en un Clásico flojo


No voy a decir que no esperaba más porque mentiría. Ustedes también aguardaban algo diferente. Aunque el hincha lo vive de otra forma, porque lo sufre, porque se apasiona porque no está predispuesto al análisis y está muy bien que así sea. El desglose es nuestro tema, es nuestro deber. Se hace todo lo posible para apartarse, de alguna manera, del partido pero es tan atrapante, llega a enroscarse el solo hecho de que se muevan dentro de una cancha Real Madrid y Barcelona. El partido mismo no revela escapatoria posible.
Fue un Clásico en rojo, en deuda. Un Clásico insípido, taciturno. Fue un partido que se jugó como quería Mourinho y no Guardiola. Mourinho intentó meter músculo en la mitad de la cancha y obtuvo réditos, escasos, pero réditos al fin de esa idea.  Se enfrentaba con la obligación de enterrar la manita de Camp Nou. Obviamente que en la historia quedará impregnada a fuego aquella noche de lunes 29 de noviembre de 2010 porque el Barça trató al Real Madrid como si hubiera sido un entrenamiento. En este 16 de abril, Barcelona contó con la administración del balón, es cierto, igualmente no logró ser lo punzante que nos ha acostumbrado. No vimos al Barcelona que nos adiestró, que pegó fuerte en los momentos que pretendió. Y cabe destacar que Real Madrid es el más cómodo de los adversarios a los que pueden enfrentar los culés porque será, el blanco, el único rival que no se le esconderá, aunque apreciamos una notoria marca en zona del Merengue, parado desde la mitad del campo hacia el arco de Iker. Nada malo en ello, nada prohibido.
La sensación general, cuando uno va descansando su cuerpo y bajando a la tierra, habiendo abandonado una jornada intensa, es que el empate fue lo más lógico, como debía cerrarse este, el primero de cuatro enfrentamientos que tendrán Real Madrid y Barcelona. Se viene el de Copa del Rey y luego los dos de Champions League. Lo que se huele es que La Liga parece tener dueño pese a que resta un extenso camino por recorrer.
Lo que sigue es un análisis de cada uno de los jugadores que estuvieron en el Bernabeu y voy a comenzar por el local.

Iker Casillas: Trabajo escaso aunque oportuno, atento al adelantamiento de sus centrales. Casi no le patearon.
Raúl Albiol: Prácticamente no tocó la pelota y cometió un penal infantil. Cada vez que juega un Clásico comete yerros importantes.
Ricardo Carvalho: Sacó lo que anduvo cerca, se proyectó en dos ocasiones aunque no gravitó en ofensiva. No es su obligación.
Sergio Ramos: Se lo vio retenido, pensando más en que no lo superaran que en aportar lo que habitualmente le entrega a los suyos.
Marcelo: Su inconsciencia para jugar muchas veces lo encuentra bien parado y generador de situaciones importantes. A él le cometió el penal Dani Alves.
Sami Khedira: Regular. Tuvo buenas y malas, en líneas generales el balance es positivo.
Xabi Alonso: Desconocido. Nos metieron un clon y no nos dimos cuenta. El peor partido suyo desde que está en el Madrid.
Pepe: El mejor de la cancha. Demostró que quería ganar, que no le cabía otra opción. Luchó, metió, se enojó, encaró, pegó, ordenó… hizo todo. Mou y su habilidad de reubicarlo le genera una opción más al mediocampo.
DiMaría: Segundo Clásico y nueva deuda con la afición del Madrid. En la única que vio limpia, en lugar de tocar quiso ser héroe.
Cristiano Ronaldo: Corrió más de lo que jugó. Enojado y ensimismado, al menos, quebró su sequía contra el Barcelona.
Karim Benzema: Si la pelota no le llega es imposible que aporte.
Mesut Ozil: En el poco tiempo que estuvo sobre el césped demostró que, si en algo pifió Mou, fue en no colocarlo de titular.
Álvaro Arbeloa: Poco y nada. Ingresó para ensuciar el partido.
Emmanuel Adebayor: Se lo notó más activo que Karim. Necesitó de tiempo.
Víctor Valdés: Al igual que Iker, trabajo nulo. Atrapó bien un tiro libre de Cristiano y nada más.
Carles Puyol: El Madrid no atacó por su sector. Necesita recuperar ritmo.
Gerard Piqué: No perdió, cubrió bien las espaldas de Puyol y de Adriano. Firme como hacía varios partidos no se los veía.
Dani Alves: Apareció poco cerca del área rival. Cuando DiMaría jugó por ahí no debió preocuparse por marcarlo porque no gravitó.
Adriano: Fue inteligente en el ida y vuelta retenido. Hasta la mitad de la cancha se desempeñó perfecto y estuvo retenido para marcar a Cristiano.
Sergio Busquets: Partido de seis puntos. Barrió bien los laterales y se desprendió rápidamente de la pelota hacia los que la manejan.
Xavi: Retenido porque le cerraron el pase a la “puñalada” por el callejón del medio.
Andrés Iniesta: Comenzó errático, desconocido. Fue elevando su nivel aunque no gravitó salvo una habilitación a Messi en el primer tiempo tras una jugada de cuarenta y siete toques del Barcelona.
Pedro: Lejos del nivel que deslumbró al mundo. Colaborador en la presión y mañana será otro día.
David Villa: Encerrado en la desesperación de volver al gol. Lo más cerca que estuvo fue cuando lo cerró Albiol quien lo ahorcó para darle el penal al azulgrana.
Lionel Messi: Encaró sin definición limpia. Sintió el rigor de Pepe que fue el único que descifró los arranques de La Pulga. Generó el desvelo de toda la última línea del Real Madrid.
Maxwell: Ingresó frío, sin ritmo de Clásico.
Keita: Cuidó su quinta. Ingresó por la lesión de Puyol y, al retrasarse Busquets, intentó manejar las marcas en el medio.
Ibrahim Afellay: A esta altura parece no haber entendido el sistema del Barcelona. Si ingresó es porque Pep no tenía otra alternativa.

Luego del empate 1 a 1 nos vamos alejando del Clásico de Liga y nos aproximamos al de la Copa del Rey. Un nuevo Madrid vs. Barça, una nueva historia por escribirse. 

No comments:

Post a Comment