En una cadena radial de España durante la semana surgió una información que indicaba que “alguien” en el Real Madrid, había asegurado que los futbolistas del Barcelona y del Valencia tenían un trato preferencial en cuanto al tema de los controles antidopaje.
El repudio de parte de sendas instituciones afectadas directamente por un alegato con fundamentos nulos llegó rápidamente.
Los ecos de esta noticia viajaron más allá de las fronteras de la península ibérica. Llegaron a Nyon, a la sede de la UEFA. Una vez más, la UEFA.
¡Oh casualidad! Los “vampiros” del organismo rector del fútbol del viejo continente se dieron cita sorpresivamente, este jueves, en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, centro de entrenamientos del FC Barcelona y le practicaron análisis a diez jugadores del plantel blaugrana: Messi, Afellay, Jeffren, Xavi, Villa, Mascherano, Iniesta, Piqué, Pinto y Valdés.
Deberán estar preparados los componentes del grupo dirigido tácticamente por Unai Emery porque, teóricamente, serían ellos los siguientes en la lista.
Tal vez, para tapar la basura debajo de la alfombra, la persecución se desvíe a otro club. Con lo impredecible que son los “muchachos” de la UEFA, uno está cada minuto más a la deriva.
No estoy en contra de los controles pero sí estoy en contra de las sanciones. Un futbolista que consume una droga social en lugar de ser suspendido tiene que recibir ayuda. Con quitarle su fuente de trabajo, que para la mayoría es su fuente de alegría, no colaboran en nada, solo destruyen al ser humano. Lo que sucede es que, viniendo de la UEFA y después de la resonante prohibición a la exhibición de las camisetas con leyendas estimulantes para Eric Abidal, nada debería alarmar, sino que nos veremos en la obligación de mimetizarnos con el accionar de la UEFA.
No fue casualidad, al menos así lo siento, y me genera impotencia.
Creo que, independientemente de que la UEFA, pudiera haber tenido en su schedule, un control antidopaje para Barcelona hoy 17 de marzo, se equivoca, y para mi, con algo de prepotencia, de maldad, creo que de manera muy consciente de lo que hace. Si ayer nos dió con lo de Abidal, una muestra de cuan inhumana puede ser respecto al ser humano, hoy lo vemos cómo puede ser de irrespetuosa con uno de los clubes que "acoge" en su seno. Porque, hay dos hechos, cronológicamente hablando, que, debieron haber evitado este control al Barcelona, sobre todo precisamente hoy, primero, esa falsa acusación de que el club está inmerso en prácticas de dopaje, y que, las organizaciones en cuyas competiciones Barcelona participa, de alguna manera favorecen al club blaugrana en los controles, y segundo, el caso Abidal, que también cuenta. Un club señor como Barcelona, tan tocado en su orgullo, merecía otro trato, es un acto que genera muchas dudas, casualidad o "causalidad", como sea, es otra fea y vulgar pisada, de un organismo que camina ya, hace algún tiempo, por el sendero erróneo, apartado del ser humano, de lo que realmente merece valor y respeto. Respecto a lo de las sanciones, sinceramente, estoy de acuerdo conque una sanción termina por hundir, ahogar más al ser humano, que es lo que hay detrás de cada jugador, pero, el jugador, tiene que ser más respetuoso también en sus actos, más profesional(no desde el punto de vista materialista). Eso si, el club siempre debe, sancione o no, ayudar al jugador a salir de ese mal momento, y, si lo sanciona, no le veo mal desde el punto de vista que el jugador, si lo hizo de manera consciente, no tuvo la suficiente fuerza moral, para recordarse del daño que le podía dar a su imagen, y de paso al club, con su acto.
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