Monday, March 21, 2011

La peligrosa interpretación del reglamento

Soy de los que creen que el reglamento del fútbol tiene escasas “equivocaciones”. En realidad lo correcto hubiese sido decir que corregiría ciertas imperfecciones. Lo que sucede es que me encuentro frente a la disyuntiva de no saber bien desde que postura escribir; si lo hago como periodista o si intento calzarme el uniforme de árbitro para mimetizarme con el sentimiento del silbante al momento justo de tener que definir una acción, donde un hilo finísimo puede ubicarlo en el cielo de los aciertos o en el infierno de los yerros.

El sábado, en el partido que abrió la jornada 29 de La Liga de España, se vieron en el Iberoestar, Mallorca y Zaragoza. Promediaba el segundo período y se dio una jugada que finalizó con la expulsión de Toni Doblas, arquero de los maños.

Pierre Webó buscó un pelotazo largo. Entrando al área rival debió sortear a Doblas quien ya estaba “barriendo” con su cuerpo. La pelota quedó enredada en el pecho de Doblas que, por la inercia propia de atacar el balón, terminó fuera del área y, ciertamente, en una fracción de segundo tocó al balón con una de sus manos. Alfonso Álvarez Izquierdo resolvió con velocidad. Creyó que Doblas interrumpió una posibilidad manifiesta de gol y actuó como consecuencia bajo sus convicciones e interpretación de la regla.

No estuve (ni estoy) de acuerdo con la expulsión porque, en primer lugar, Doblas no tuvo intención de jugar la pelota con la mano fuera del área. Se notó claramente en sus movimientos. Evitó hacer contacto con la bola en uno de los sectores del campo donde el guardameta no posee la libertad de atrapar ni de tocar el esférico. Por otro lado no existía oportunidad real de una segunda acción a favor de Mallorca porque ningún futbolista del conjunto balear estaba dentro del diámetro imaginario que hubiera permitido una nueva ocasión.

Lejos acarreo la intensión de la crítica destructiva para el señor Álvarez Izquierdo. Es que mi postura va por una vereda distinta a quien fue el referí del pleito.  
Le hubiera dado a Doblas el beneficio de la duda por la posición del árbitro en el específico momento de la interacción. Ciertamente no estaba perfectamente ubicado como para juzgar con claridad la participación y pretensión de el meta del conjunto aragonés.

Quiero finalizar explicando que concibo la equivocación arbitral en el fútbol. Los desaciertos son parte del fútbol mismo. Tolero al ser errata y  NO quiero que se implemente la tecnología. Erradicaría un alto porcentaje de emoción, de esa exaltación única en un deporte inimitable.
¿Imaginan un partido en el que el árbitro tropiece con la interrupción para verificar si un balón pasó la línea o no? Y en el caso de que la respuesta sea afirmativa mantendría una tensión que enfriaría a la grada. Entonces buscaría la mitad del campo, haría sonar su silbato y apuntaría hacia el círculo central concediendo el gol. ¡Qué espanto! Gritar un gol de la nada. ¿Que el festejo nazca de la quietud?
Comprendamos –e ingreso en un terreno ya rastrillado- que atinar o fallar es parte de la ecuación siempre que sea con buena fe, como quiero creer que se desenvuelven los “hombres de negro”.

2 comments:

  1. Asi mismo muchas veces criticamos a los arbritos de los errores y esto vas mas alla de su vision y de su criterio a la hora de interpretar alguna que otra jugada.. pero tienes mucha razon... gracias por responder mi antiguo post donde hablabas de los clasicos de abril... un fuerte abrazo desde Camaguey-Cuba .....@ycobas11

    ReplyDelete
  2. Muy ilustrativo el ejemplo donde Ud. nos intenta llevar a un escenario donde el árbitro debe detener el encuentro para ir a una computadora a revisar la repetición. Pudo ponerse de ejemplo Ud. como relator, ¿qué haría?: "Esperemos la decisión de los árbitros. Si, ha concedido el gol, Y ...". Para mi lo de los árbitros, porque ciertamente hay actuaciones espantosas, pasa por una mejor preparación, ser más rigurosos en su selección.

    Ya que Ud. toca el tema de los "hombres de negro", aprovecho para puntualizar algunas ideas respecto al trabajo arbitral. Hay una relación de la que hablan algunos relatores, analistas, entre el árbitro y el jugador talentoso, que habla que el jugador fino, talentoso, tiene que ser protegido de manera especial por los árbitros, no estoy de acuerdo para nada con esa lectura, el árbitro tiene que protegerlos a todos los que están en la cancha por igual, tenga talento o no, su función, si bien como algunos dicen no es que el partido termine con los 11 en la cancha, no es que quien le pegó al talentoso, salga sancionado con más rigor que quien lo hizo al que no es dado al buen toque y la gambeta. Por detrás de Messi hay al final de todo su enorme talento, un ser humano, como mismo detrás del que se sienta en el banco del Hércules.

    El árbitro no puede convertirse en una fría máquina encargada de dictar sentencia totalmente apegada a lo que manda el libreto. Estudiaron lo que hacen, pero se añaden una serie de condiciones que se toman en cuenta más allá de lo que manda el reglamento, el problema está cuando queremos ver que esas son las condiciones que debe observar el árbitro por encima de lo que manda el reglamento, las manos en el área se sancionan de acuerdo de acuerdo a si hubo o no intencionalidad (variable que uno nunca sabe cuán cierta es la interpretación que se hace), la apreciación en la ley de la ventaja (Que siga el juego o paro y amonesto), si deja jugar lo suficiente al no generar interrupciones, no se canta una mano (clara o no) cuando es el minuto 94, hay que hacerse el de la "vista gorda" con una infracción "inocente" si el partido está cerrado y en su mejor momento, entre otras situaciones.

    Al libreto el tiempo, las emociones que genera el fútbol, le ha añadido detalles que están escritos con tinta invisible, pero están. No me gustan las estadísticas de cuán "bueno" es un equipo cuando le pita un árbitro u otro, si gana con Iturralde y no con Webb. Para mi es algo totalmente circunstancial toda conclusión que de ahí se pueda sacar. Lo importante es que sobre todo no actúen de mala fe, como Ud. plantea al final. Nunca critico la actuación de un árbitro, por más que pueda tener repercusión en el resultado final del encuentro, sobre todo, porque forma parte del espectáculo, y, sin dudas, dicen las historias que cuentan la génesis de este deporte, el referee estuvo como parte indisolube en su concepción. Saludos.

    PD: Creo los seguidores del fútbol en Cuba merecemos una mención en la próxima transmisión. Dos cubanos "metiéndole bomba" al blog desde distintos rincones de la Isla. Abrazo grande.

    ReplyDelete