Wednesday, March 23, 2011

El gobierno no entiende el 24 de marzo

Pobre Japón. Vivir lo que les tocó e intentar escapar de una situación así no es nada simple. El temor circula por las calles a diario, a toda hora. El miedo encierra, no permite actuar con la lucidez necesaria. Mi país también fue víctima de varios terremotos… sismos gubernamentales. El peor, el más intenso, el que dejó huellas irreparables se vivió entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.

Hace casi 35 años sucedió lo que muchos olfateaban. La presidenta Isabel Perón (su verdadero nombre es María Estela Martínez de Perón) fue detenida y trasladada a la provincia de Neuquén y su lugar fue asumido por la Junta de Comandantes integrada por el Teniente General Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier General Orlando Agosti. Esta yunta decidió que Videla fuera el presidente de facto y comenzó una etapa que se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”.

José Martínez de Hoz asumiría en el Ministerio de Economía y el 2 de abril de aquel 1976 anunció su plan en el que los puntos destacados hablaban de enfrentar la inflación, estimular las inversiones extranjeras y detener la especulación.
No era incoherente su plan. En el Reino del Revés (Argentina) pasó lo que tenía que pasar. Las deudas empresarial y externa (tanto pública como privada) se duplicó entonces lo privado se estatizó y rebalsó la capacidad de regulación estatal.
La Junta Militar, ante la reacción del pueblo, respondió de la manera más cruel, destilando un genocidio atroz. Estudiantes, sindicalistas, profesionales, quien pensaba distinto era objetivo de secuestro, tortura, asesinato y desaparición.

Lo que narré fue simplemente el comienzo y un aspecto general del segmento más horroroso de la historia de lo que para el resto del mundo era uno de los países más ricos y con mayor potencial de crecimiento en el planeta.

El 24 de marzo es una fecha para hacer memoria, para lamentar, para no negar. El 24 de marzo es una jornada no común, tampoco de celebración. Sin embargo, el Gobierno Nacional presidido por la señora Cristina Fernández (viuda de Néstor Kirchner) pregona el turismo para el 24 de marzo, con el día 25 como puente y, por supuesto, el venidero fin de semana.

Lamentablemente la mayoría no entiende la importancia del 24 de marzo. Si el mismísimo eje directivo del país le falta el respeto, ¿cómo no lo va a hacer el pueblo?
Por hora, alrededor de dos mil autos están abandonando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, buscando diferentes puntos. Claro, lo sustancial es fomentar el turismo y hacerlo en un día que recuerda el nacimiento de la fracción en la que miles y miles de familias fueron devastadas, pulverizadas, destrozadas, simplemente (y hago hincapié en esto) por pensar distinto.

Una despreciable táctica del Poder, una más y van…

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