Thursday, March 31, 2011

Cuando el “hincha” supera al directivo

Apabullar al eterno rival es una de las sensaciones más dulces que genera el fútbol. Es hacer rendir a tus pies al otro. En realidad es obligarlo, someterlo al amargo gusto del vapuleo, del baile, de sacarlo a pasear por un lugar donde jamás pensaron o anhelaron caminar.
Barcelona hizo lo que quiso con Real Madrid en noviembre de 2010, con un 5 a 0 tan rotundo que miles de fanáticos alrededor del planeta se atrevieron a pedir que el 29 de noviembre sea declarado como el “Día del Fútbol”, situación con la que NO estoy de acuerdo ni en un gramo.
El hincha culé sabe que hirió profundamente al Real Madrid. Sandro Rosell, Presidente de la organización autodenominada “Més que un club”, se subió a la carroza del optimismo y apostó por un 5-0 en la final de la Copa del Rey para “no perder la costumbre”.
Habrá posturas encontradas luego de la manifestación de euforia del señor Rosell. Los del Barça apoyarán, en su mayoría, la frase del Presidente. Los del Real Madrid, querrán comérselo. Los imparciales repartirán sus ideas.
Para llegar a ser dirigente de un club primero hay que haber vivido la época del fanático, de hincha, del seguidor. El próximo paso es poner un pie dentro de la institución e ir escalando hasta llegar al puesto deseado, merecido.
En mi opinión está muy bien que el señor Sandro Rosell piense que Barcelona pueda imponerse ante el Madrid en la Copa de su Majestad. Lo que no veo bien, o me choca de cierta manera, es que lo exprese públicamente. La lógica es que Rosell se aparte de imaginar una caída, menos de este Barcelona que cuando se lo propone parece calzarse el traje del invencible. También debemos concientizarnos de que el Real Madrid es el rival más cómodo para Barcelona porque es el único que sale a jugarle, verdaderamente, de igual a igual y eso le abre los espacios que el blaugrana necesita para desplegar su mejor fútbol. Es, además, el Merengue propietario de un grupo de jugadores como para poder darse ese lujo y, por supuesto, guiados por José Mourinho un técnico inteligente que no permitirá que le ratifiquen, “in his face”, la manita del Camp Nou.
Regresando a Rosell, las palabras tienen la capacidad de rebotar y teñir de víctima a quien las esbozó. Vicente Boluda, máximo dirigente del Real Madrid luego de la renuncia de Ramón Calderón, lo vivió en carne propia. En una serie de octavos de final de Champions League ante Liverpool declaró, en la previa, “aquí ganamos 3-0 y allí les vamos a chorrear”. En el Santiago Bernabeu la victoria fue para los ingleses por 0-1 (como prefieren escribir los españoles a partir de entregarle el primer dígito al local y el restante al visitante) y en Anfield los Reds golearon 3-0.
Josep Guardiola apartará, enterrará las palabras del mandamás. Ya le hizo “delete” al comentario de Rosell, no así a la sensación porque si hay alguien que quisiera doblegar al Real Madrid por una diferencia tal cada vez que le ve la cara a los blancos, ese es Guardiola.
José Manuel Pinto, portero suplente y quien días atrás renovó contrato con el club, explicó que los jugadores se conforman solo con ganar la Copa, con alzar el trofeo. Para ello tienen que ganar y ganar más allá de cual sea el resultado.
Rosell se expuso, ya no hay vuelta atrás. Habrá que aguardar hasta bien entrada la tarde del próximo 20 de abril para ver quien saludará con una sonrisa y quien no a los Reyes de España.

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